Fade pide «ambición y consensu» para que el Estatutu incluya el máximu"nivel de autogobiernu"PIDENLO FASTA LOS EMPRESARIOS!!!)
Hoy, en la carrera de los estatutos, algunos ya han llegado a la meta». Después de que Cataluña y la Comunidad Valenciana han cerrado ya sus reformas estatutarias y otras autonomías, como Andalucía, Baleares y Aragón, han trasladado a las Cortes sus respectivos proyectos, el presidente de la Federación Asturiana de Empresarios (Fade), Severino García Vigón, considera que ahora le toca a esta región «conseguir un nivel de autogobierno y unas condiciones para poder ejercitarlo, que no desmerezca del que puedan disfrutar otros españoles». En su discurso de clausura de la asamblea general de la patronal asturiana, García Vigón respaldó al Gobierno asturiano en su iniciativa para reformar el Estatuto en la presente legislatura, siguiendo la pauta de otras comunidades y en contra del criterio del Partido Popular.
Ante un centenar de empresarios presentes en el acto, sentado en la mesa al lado del jefe del Ejecutivo regional, Vicente Álvarez Areces, y enfrente del presidente del PP asturiano, Ovidio Sánchez, el máximo responsable de la patronal empresarial exigió a todos los partidos políticos «firmeza y ambición» en la negociación del nuevo Estatuto, «donde los intereses partidarios queden aparcados en beneficio del general de Asturias y los asturianos».
García Vigón ensalzó las bondades de una comunidad como Asturias, «un buen lugar para vivir», donde «no tenemos crisis de identidad en cuanto a si somos 'nación' o 'realidad nacional'. Somos asturianos y somos españoles, con naturalidad».
La intervención del presidente de Fade se produce en un momento especialmente delicado, con unas elecciones autonómicas a la vuelta de la esquina que «han subido algo la temperatura últimamente», como reconoció el propio García Vigón, pero con un ambiente político «relativamente sosegado si se compara con la crispación nacional actual». Su discurso, de un sorprendente perfil político, no obvió el alto el fuego de ETA, «feliz noticia si es preludio de la paz en España», dijo. Lamentó los enfrentamientos políticos surgidos por el modo de afrontar las negociaciones y, tras dejar claro que «no vale todo» y que en este proceso «tampoco el fin justifica los medios», deseó «el buen fin de una negociación digna y sin concesiones políticas», porque ello significaría que «la paz, la libertad, la solidaridad, la unidad de España, de su mercado y la democracia en definitiva, se habrían fortalecido».
Respaldo a la Fundación
Más en el terreno de Asturias, el presidente de Fade inició su alocución dando su total apoyo a la Fundación Príncipe de Asturias, «la creación más original y valiosa de los asturianos en muchas décadas». Sin mencionar expresamente la polémica que suscitó la adjudicación a Avilés del Museo Niemeyer y que llevó al alcalde de Oviedo, Gabino de Lorenzo, a pedir la dimisión de los responsables de la Fundación, García Vigón arropó públicamente al «magnífico equipo de profesionales» de «tan preciada institución» al tiempo que hizo un llamamiento a «preservarla con exquisito cuidado».
También quiso hacer una llamada a la unidad de los empresarios asturianos después de los episodios de división producidos a raíz de las elecciones camerales y del Club Asturiano de Calidad. «Ante supuestas noticias de fisuras y desencuentros, debemos ser celosos en la defensa interna de los conseguido y no bajar la guardia instalados en la complacencia. Por eso, cualquier actuación contraria a la unión lograda sería un error y un despilfarro rechazables. Tan rechazables como loables serán cuantos esfuerzos se encaminen al fortalecimiento de la unidad. Hacia atrás ni un paso, hacia delante, todos», aseveró.
García Vigón recordó a los presentes que Fade se ha ganado «la capacidad para ser interlocutor social reconocido», y defendió «un mayor protagonismo» para la patronal y las Cámaras de Comercio «para marcar ritmos y exigencias frente a los partidos políticos y, por añadidura, frente a quien asume las tareas de gobierno».
El responsable de la patronal se refirió también a los nuevos presidentes de las Cámaras de Comercio de Gijón, Luis Arias de Velasco, y de Avilés, Francisco Menéndez, con quienes ha mantenido dos reuniones institucionales en las que «se ha hecho patente la necesidad de coordinar actuaciones en aras de la eficiencia en la administración de recursos y fortalecimiento de la unión empresarial».
Centrándose más en la actividad económica, García Vigón advirtió de dos problemas pendientes de resolver: la inflación y la evolución del comercio exterior, con un déficit en torno al 8% del Producto Interior Bruto (PIB), que, a su juicio, es fruto «de la paulatina pérdida competitividad de nuestra economía».
El presidente de Fade se refirió también al Acuerdo por el Desarrollo, la Competitividad y el Empleo (ADECE) y dijo que el desarrollo de este pacto entre el Principado y los agentes sociales es «moderadamente satisfactorio». Por último, García Vigón ennumeró una serie de objetivos que se ha marcado la patronal para este año, entre los que citó la internacionalización de las empresas y la consolidación de las ya existentes.
Ante un centenar de empresarios presentes en el acto, sentado en la mesa al lado del jefe del Ejecutivo regional, Vicente Álvarez Areces, y enfrente del presidente del PP asturiano, Ovidio Sánchez, el máximo responsable de la patronal empresarial exigió a todos los partidos políticos «firmeza y ambición» en la negociación del nuevo Estatuto, «donde los intereses partidarios queden aparcados en beneficio del general de Asturias y los asturianos».
García Vigón ensalzó las bondades de una comunidad como Asturias, «un buen lugar para vivir», donde «no tenemos crisis de identidad en cuanto a si somos 'nación' o 'realidad nacional'. Somos asturianos y somos españoles, con naturalidad».
La intervención del presidente de Fade se produce en un momento especialmente delicado, con unas elecciones autonómicas a la vuelta de la esquina que «han subido algo la temperatura últimamente», como reconoció el propio García Vigón, pero con un ambiente político «relativamente sosegado si se compara con la crispación nacional actual». Su discurso, de un sorprendente perfil político, no obvió el alto el fuego de ETA, «feliz noticia si es preludio de la paz en España», dijo. Lamentó los enfrentamientos políticos surgidos por el modo de afrontar las negociaciones y, tras dejar claro que «no vale todo» y que en este proceso «tampoco el fin justifica los medios», deseó «el buen fin de una negociación digna y sin concesiones políticas», porque ello significaría que «la paz, la libertad, la solidaridad, la unidad de España, de su mercado y la democracia en definitiva, se habrían fortalecido».
Respaldo a la Fundación
Más en el terreno de Asturias, el presidente de Fade inició su alocución dando su total apoyo a la Fundación Príncipe de Asturias, «la creación más original y valiosa de los asturianos en muchas décadas». Sin mencionar expresamente la polémica que suscitó la adjudicación a Avilés del Museo Niemeyer y que llevó al alcalde de Oviedo, Gabino de Lorenzo, a pedir la dimisión de los responsables de la Fundación, García Vigón arropó públicamente al «magnífico equipo de profesionales» de «tan preciada institución» al tiempo que hizo un llamamiento a «preservarla con exquisito cuidado».
También quiso hacer una llamada a la unidad de los empresarios asturianos después de los episodios de división producidos a raíz de las elecciones camerales y del Club Asturiano de Calidad. «Ante supuestas noticias de fisuras y desencuentros, debemos ser celosos en la defensa interna de los conseguido y no bajar la guardia instalados en la complacencia. Por eso, cualquier actuación contraria a la unión lograda sería un error y un despilfarro rechazables. Tan rechazables como loables serán cuantos esfuerzos se encaminen al fortalecimiento de la unidad. Hacia atrás ni un paso, hacia delante, todos», aseveró.
García Vigón recordó a los presentes que Fade se ha ganado «la capacidad para ser interlocutor social reconocido», y defendió «un mayor protagonismo» para la patronal y las Cámaras de Comercio «para marcar ritmos y exigencias frente a los partidos políticos y, por añadidura, frente a quien asume las tareas de gobierno».
El responsable de la patronal se refirió también a los nuevos presidentes de las Cámaras de Comercio de Gijón, Luis Arias de Velasco, y de Avilés, Francisco Menéndez, con quienes ha mantenido dos reuniones institucionales en las que «se ha hecho patente la necesidad de coordinar actuaciones en aras de la eficiencia en la administración de recursos y fortalecimiento de la unión empresarial».
Centrándose más en la actividad económica, García Vigón advirtió de dos problemas pendientes de resolver: la inflación y la evolución del comercio exterior, con un déficit en torno al 8% del Producto Interior Bruto (PIB), que, a su juicio, es fruto «de la paulatina pérdida competitividad de nuestra economía».
El presidente de Fade se refirió también al Acuerdo por el Desarrollo, la Competitividad y el Empleo (ADECE) y dijo que el desarrollo de este pacto entre el Principado y los agentes sociales es «moderadamente satisfactorio». Por último, García Vigón ennumeró una serie de objetivos que se ha marcado la patronal para este año, entre los que citó la internacionalización de las empresas y la consolidación de las ya existentes.
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