"SOY PESIMISTA CON EL FUTURO DE LA LLINGUA"
El jefe de la Oficina de Política Llingüística ve "dos grandes ´muries" en el proceso hacia la oficialidad del asturiano: Las dos son posiciones maximalistas, dice. En uno de los casos "cualquier cosa que provenga del asturiano es motivo de sorpresa".
La otra posición, explica Ramón de Andrés, es la que elabora el discurso del "todo o nada hoy mismo", "y, como el todo no llega", añade, "se queda en la nada". "Con este panorama, soy pesimista con el futuro del asturiano. O cambia, o poco podemos hacer en ese terreno", afirma De Andrés. El cree que "hay una parte del asturianismo que está encastillado es posiciones maximalistas beligerantes" y en ello ve un "auténtico problema" para el avance de la llingua.
Después de dos años y medio en la Oficina, asegura que ha confirmado "lo que ya sabía": que una parte de las élites político culturales de Asturias tienen un problema. "No con la oficialidad, sino con la propia existencia de la llingua asturiana". Eso se traduce, añade "en que muchas políticas de normalización, corrientes, suponen algo traumático".
0 comentarios