L´Academia pon n´asturianu el llinguaxe alministrativu y los nomes de persona
Ana Cano presenta los textos como herramientas para la normalización
La Academia de la Llingua Asturiana da un paso más en su compromiso con la normalización del asturiano afrontando soluciones a viejas demandas de los hablantes. La respuesta llega en este caso en forma de «cartafueyos».
Ana María Cano, presidenta de la Academia, dio a conocer los tres primeros números de la colección «Cartafueyos normativos». El número recoge el texto de la Constitución española y del Estatuto de Autonomía del Principado de Asturias. Los dos volúmenes siguientes están dedicados a los nombres de persona y a la lengua en la Administración y otros documentos. Ambas propuestas «nacen con la intención de ofrecer soluciones a problemas concretos», manifestó Cano, convencida de que van a ayudar a quienes desde los concejos llevan adelante los procesos de normalización social.
La propuesta de nombres de persona recoge un repertorio que, según la Academia, no es completo ni definitivo. «Se trata sobre todo de ir dando respuesta a una vieja demanda planteada en las últimas décadas», manifestó la presidenta que, a renglón seguido, invitó a todos los interesados a hacer llegar a la Academia todo tipo de propuestas, con el compromiso de que se estudiarán.
Los nombres recogidos en el «cartafueyo», clasificados por orden alfabético y separados los de hombre y de los de mujer, son una pequeña muestra de los empleados por los asturianos a lo largo de los siglos. Para la elaboración de la lista se tuvieron en cuenta todos los estudios y repertorios hechos hasta ahora sobre la antroponimia asturiana.
El papel de los concejos
El último de los «cartafueyos» es el que está dedicado a la lengua administrativa. Conocedora del papel importante que en este sentido tienen los concejos y de las dificultades con las que se encuentran para ejercer su labor cotidiana, la Academia de la Llingua ofrece un abanico de modelos normativos de los documentos que estas administraciones y los usuarios emplean a menudo y que seguro van a ayudar a desarrollar estas tareas. El libro recoge cinco tipos de documentos: instancias, solicitudes y reclamaciones; modelos de saludo e invitaciones; certificaciones y bandos; modelos para participar en concursos públicos y modelos de actas y contratos.
El trabajo académico para este texto se basó en la práctica de la institución durante estos años en la traducción al asturiano de textos administrativos y jurídicos y en la experiencia del curso de capacitación para la traducción que la Academia organiza anualmente.
Ana Cano, que estuvo acompañada durante la presentación por Carlos Lastra, Roberto González Quevedo y Miguel Ramos Corrada, tuvo palabras de agradecimiento para los concejos que emplean la lengua asturiana, entre los que citó Gijón, Langreo, Siero, Lena, Bimenes y la Mancomunidad del Cabo Peñas, as;i como para la empresa Electra de Carbayín.
En su empeño por conseguir que los asturianos se familiaricen con su propia lengua, la Academia seguirá trabajando por la normalización. Así el próximo «cartafueyo» que verá la luz ofrecerá un modelo de rotulaciones de todo tipo para instituciones y empresas. Otros textos en preparación serán los que se ocupan de los menús y de lo relacionado con la informática. Está también avanzado el que se dedicará a traducir la terminología científica.
«El objetivo es contar con las herramientas necesarias para cuando la llingua alcance la oficialidad», dijo Ana Cano.
La Academia de la Llingua Asturiana da un paso más en su compromiso con la normalización del asturiano afrontando soluciones a viejas demandas de los hablantes. La respuesta llega en este caso en forma de «cartafueyos».
Ana María Cano, presidenta de la Academia, dio a conocer los tres primeros números de la colección «Cartafueyos normativos». El número recoge el texto de la Constitución española y del Estatuto de Autonomía del Principado de Asturias. Los dos volúmenes siguientes están dedicados a los nombres de persona y a la lengua en la Administración y otros documentos. Ambas propuestas «nacen con la intención de ofrecer soluciones a problemas concretos», manifestó Cano, convencida de que van a ayudar a quienes desde los concejos llevan adelante los procesos de normalización social.
La propuesta de nombres de persona recoge un repertorio que, según la Academia, no es completo ni definitivo. «Se trata sobre todo de ir dando respuesta a una vieja demanda planteada en las últimas décadas», manifestó la presidenta que, a renglón seguido, invitó a todos los interesados a hacer llegar a la Academia todo tipo de propuestas, con el compromiso de que se estudiarán.
Los nombres recogidos en el «cartafueyo», clasificados por orden alfabético y separados los de hombre y de los de mujer, son una pequeña muestra de los empleados por los asturianos a lo largo de los siglos. Para la elaboración de la lista se tuvieron en cuenta todos los estudios y repertorios hechos hasta ahora sobre la antroponimia asturiana.
El papel de los concejos
El último de los «cartafueyos» es el que está dedicado a la lengua administrativa. Conocedora del papel importante que en este sentido tienen los concejos y de las dificultades con las que se encuentran para ejercer su labor cotidiana, la Academia de la Llingua ofrece un abanico de modelos normativos de los documentos que estas administraciones y los usuarios emplean a menudo y que seguro van a ayudar a desarrollar estas tareas. El libro recoge cinco tipos de documentos: instancias, solicitudes y reclamaciones; modelos de saludo e invitaciones; certificaciones y bandos; modelos para participar en concursos públicos y modelos de actas y contratos.
El trabajo académico para este texto se basó en la práctica de la institución durante estos años en la traducción al asturiano de textos administrativos y jurídicos y en la experiencia del curso de capacitación para la traducción que la Academia organiza anualmente.
Ana Cano, que estuvo acompañada durante la presentación por Carlos Lastra, Roberto González Quevedo y Miguel Ramos Corrada, tuvo palabras de agradecimiento para los concejos que emplean la lengua asturiana, entre los que citó Gijón, Langreo, Siero, Lena, Bimenes y la Mancomunidad del Cabo Peñas, as;i como para la empresa Electra de Carbayín.
En su empeño por conseguir que los asturianos se familiaricen con su propia lengua, la Academia seguirá trabajando por la normalización. Así el próximo «cartafueyo» que verá la luz ofrecerá un modelo de rotulaciones de todo tipo para instituciones y empresas. Otros textos en preparación serán los que se ocupan de los menús y de lo relacionado con la informática. Está también avanzado el que se dedicará a traducir la terminología científica.
«El objetivo es contar con las herramientas necesarias para cuando la llingua alcance la oficialidad», dijo Ana Cano.
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