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L´ASTURIANISMU QU´ASTURIES NECESITA

«No se puede quitar a Asturias el título de Principado, nos individualiza como país»

«No se puede quitar a Asturias el título de Principado, nos individualiza como país» «El núcleo fuerte astur es Asturias y León y el influjo del árabe en León quizá fue uno de los elementos que contribuyeron a separarnos»
Xosé Lluis García Arias, profesor de Filología de la Universidad de Oviedo y miembro de número de la Academia de la Llingua Asturiana, de la que fue presidente, acaba de publicar el estudio «Arabismos nel dominiu llingüísticu astur», editado por la citada institución. Buen conocedor de la historia de Asturias, hombre reflexivo y de principios inamovibles, García Arias cree que el país astur tiene tantos títulos como el que más para definirse como nacionalidad, pero sin perder el título de Principado.
-Los estudios arábigos parecen estar de actualidad. ¿Qué aporta éste a la filología asturiana?
-Es importante para la filología asturiana y también para la hispánica. Por otra parte, estoy haciendo el «Diccionariu Etimolóxicu de la Llingua Asturiana» y en él figura esto. Es un tributo a los estudios hispánicos aportando los estudios asturianos que, en buena medida, se desconocen. Hay dos autores recientes a los que yo he seguido mucho, Dolores Oliver y Federico Corriente, que estudiaron la documentación de los arabismos. Corriente es el autor de un diccionario de arabismos. En mi libro critico a estos autores en una serie de términos que ellos consideran arabismos y que yo creo que no pueden explicarse por esa lengua. Aparte, lo que hago es juntar algunos datos de la documentación asturiana que ellos no tuvieron en cuenta. Y finalmente repaso una amplia lista de términos asturianos que sí deben considerarse arabismos.
-¿Cuál es el término de origen árabe más frecuente en el uso del asturiano?
-Uno de ellos sería la palabra «zuna», que significa manía o costumbre y que curiosamente todo el mundo puede relacionar con una palabra hoy en uso en los países árabes cuando se refieren a los sunnitas, una de las comunidades del Islam, seguramente apodados así por otros por sus hábitos diferentes.
-Cite algún otro.
-Muchos de estos términos se refieren a cosas que hoy están superadas, por ejemplo, los nombres de telas o del ajuar doméstico. Otra palabra es «alifaz», que significa achaque o «alfaya», herramienta y/o alhaja.
-¿Y los arabismos asturianos suelen coincidir con los del castellano?
-No todos. Los hay en asturiano que son comunes con el castellano. Por ejemplo, jabalí, «xabalín» en asturiano, pero otros son comunes con el portugués, como «regueifa», una rosca de pan. En otros casos, el asturiano ofrece resultados en los que han quedado pocas muestras en otras lenguas peninsulares, por ejemplo, «maquilar», cobrar por moler; «algaire», gato montés, o «ñocla», molusco.
-De su estudio se deduce que hay muchos más arabismos en las tierras del sur astur, sobre todo en León.
-Así es, probablemente por la mayor presencia de mozárabes y porque la facilidad de las comunicaciones era mucho mayor. El influjo del árabe en León quizá fue uno de los elementos que contribuyeron a la separación de Asturias y León.
-Los estudios lingüísticos e históricos parecen confirmar algo que ya se aventuraba hace años, que Asturias y León tal vez debieron constituir una única comunidad autónoma.
-Hay una cosa muy clara, el país de los astures estaba formado por la mayor parte de Asturias, prácticamente por León, una pequeña franja de Zamora y norte de Portugal y una franja de la provincia de Orense y de Lugo. Por consiguiente, el núcleo fuerte astur es Asturias y León. Siendo las cosas así, no se entiende muy bien el que haya una separación notable que sólo parece explicarse por la unión de León con Castilla en el siglo XIII. Parece que en León se están dando cuenta de esto ahora, aunque no sé el alcance de ese reconocimiento. En Asturias, por razones históricas y geográficas muy claras, se creó una conciencia de gran insularidad, eso también hizo olvidar en los niveles rectores de la sociedad la unión con las tierras del Sur. Sin embargo, el vínculo histórico es manifiesto en la gente que vive en los concejos del norte y del sur de la Cordillera.
-De cualquier forma es un vínculo que no parece tener vuelta atrás.
-La historia nunca deja de ser constituyente. Es indudable que se mueve por lo que quieran, por lo menos en parte, los ciudadanos.
-Pero los ciudadanos parecen indiferentes hacia este asunto.
-Asturias contó con una organización tradicional autónoma muy potente y esto no se puede olvidar con facilidad y León siguió su camino mucho más vinculado a Castilla. Estos hechos históricos son así y no pueden olvidarse. Recuerdo que cuando se habló del Estatuto de autonomía a finales de los años setenta, entre lo que podíamos llamar ambientes asturianistas, había un sector que tenía claro las vinculaciones con León, pero se era consciente de que en aquel momento la unión iba a significar una mayor castellanización para Asturias, cosa que no resultaba aconsejable. Evidentemente, los partidos llamados entonces mayoritarios no entendían nada de esto porque lo único que sumaban eran las previsiones de voto. A la izquierda asturiana no le interesaba lo más mínimo perder preponderancia aumentando los votos de León y sospechaban que afianzaría a la derecha. La derecha leonesa -entiéndase Martín Villa, entonces en la UCD- razonaba exactamente igual sólo que al contrario y de ahí que no se planteara nunca seriamente la cuestión.
-Ahora se habla de reformar el Estatuto de autonomía y la coalición IU-Bloque por Asturies propone quitar el nombre de Principado a Asturias y sustituirlo por el de nacionalidad histórica. ¿Cuál es su opinión?
-No se puede mezclar la cuestión autonómica asturiana y la definición de la identidad del país con el asunto de la Monarquía porque son dos cosas distintas. Porque uno tenga convicciones republicanas no se puede quitar un título que representa una parte de la historia y que individualiza al país asturiano. ¿Quieren quitar el nombre de Principado que rememora una entidad individualizada cambiándolo por el de nacionalidad para que después nos quedemos sin nacionalidad y sin Principado o es que el republicano PSOE va a transigir por el cambio? Dicho esto, yo sí creo que Asturias tiene tantos títulos como la que más para figurar como nacionalidad. Otra cosa es que se esté de acuerdo con lo que está haciendo Zapatero y yo no lo estoy.
-¿Con qué no está de acuerdo y por qué?
-En el Estado hay diferentes pueblos y lo único que hizo Zapatero fue hablar con uno o dos de ellos al margen de los demás. Y así se genera una insatisfacción notable y de consecuencias imprevisibles. Una de ellas es que va a haber pueblos de primera y de segunda categoría y, en ese sentido, no es inocente la denominación que se dé a la comunidad autónoma. No llamarse nacionalidad podrá generar que la presencia de Asturias en la Cámara representativa de las diferentes comunidades pueda tener un peso ridículo. La experiencia nos indica que no es sólo cuestión terminológica, sino que esas diferencias nominalistas acaban siendo funestas para los que estamos en peores condiciones.
-De momento no hay acuerdo sobre la reforma del Estatuto, pero en caso de que se alcance, no parece que los partidos mayoritarios defiendan la oficialidad del asturiano. ¿Qué significará eso para la llingua?
-En las circunstancias presentes veo peligrosísimo que se intente reformar el Estatuto de autonomía. No significaría un paso adelante, sino plegarse a los intereses antiautonomistas del partido que gobierna. Viendo la relación de fuerzas, ¿quién puede pensar que hay detrás una voluntad asturiana seria? Por consiguiente, viendo la historia reciente desde las últimas elecciones, no se puede esperar, de seguir las cosas así, que va a haber partidos que defiendan en serio la oficialidad del asturiano. Todo lo que se diga en otra dirección a mí me recuerda a los tráileres de los que hablaban cuando se discutía el pacto del Gobierno. Los tráileres de IU no llegaron a la categoría de bicicletas.

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